¿Recuerdas tu primer día en la escuela? o ¿Recuerdas tu primer día en el colegio?...¿Recuerdas la energía y las ganas de aprender que tenías ese día?...
Cuando somos niños nuestra mente está ansiosa por aprender y por lanzarse a lo desconocido. No pensamos en limites ni en el fracaso, solo sabemos que empezar algo nuevo es divertido y vivimos con pasión cada día...
En los negocios sucede algo similar. Todos los emprendedores inician su empresa con una gran entrega y pasión, pero con el tiempo van perdiendo esa mentalidad y terminan conformándose con un pequeño negocio que apenas les da para cubrir gastos y subsistir.
Sería genial empezar cada día con las mismas ganas que "la primera vez" ¿No crees?, por ello hoy les quiero compartir una de las lecciones más valiosas que aprendí de Steve Jobs...
¿Haz escuchado alguna vez el discurso de Steve Jobs en Stanford? En este discurso el señor Jobs comparte tres relatos acerca de su vida. En el primero habla de "Conectar los puntos" en el segundo sobre "el amor y la perdida" y en el tercero hace referencia a "la muerte". La lección que hoy les comparto está basada en el segundo relato.
Steve se encontraba en uno de lo mejores momentos de su vida. Con solo 30 años ya era dueño de una empresa de 4.000 empleados y valorada en 2 mil millones de dólares. Además, había pasado un año desde el lanzamiento de el Macintosh, la mejor creación de Apple hasta el momento... y cuando todo parecía color de rosa, Steve fue despedido de su propia empresa, la empresa que había sido el centro de su vida hasta el momento.
Fue un momento devastador para él, y llegó a pensar en retirarse definitivamente del mundo empresarial. Pasaron meses donde no sabía qué hacer, pero luego comprendió que su salida de Apple no había acabado con el amor que sentía por su labor... Entonces tomó una decisión: "comenzar de nuevo".
"Había cambiado el peso del éxito por la ligereza de ser de nuevo un principiante"Dijo Jobs. Los 5 años siguientes fueron el periodo más creativo en la vida de este emprendedor. Creó una empresa llamada NeXT y otra llamada Pixar, y se enamoró de la mujer que luego sería su esposa.
Fue gracias a la "Mentalidad de principiante" que Steve Jobs logró reponerse del fracaso y emprendió una nueva etapa de su vida donde revolucionaría al mundo entero en varias ocasiones. A continuación les dejo el discurso, el segundo relato empieza a partir del minuto 5 con 20 segundos, tomate tu tiempo para analizar con detalle la historia y luego continúa leyendo este articulo.
Pensamientos que acaban con la mentalidad de principiante
Hay algunas frases peligrosas que llevan nuestra mente y nuestra vida a un "estancamiento", estas son algunas de ellas:
"Yo soy así y nadie me va a cambiar"
Una persona con este pensamiento solo está cerrando su vida a la posibilidad de mejorar. Esta persona ya se ha preparado mentalmente para rechazar cualquier cambio a nivel persona.
Debe ser todo lo contrario, siempre pregúntate ¿Qué puedo cambiar hoy en mi, o en mi negocio, para mejorar? siempre se puede cambiar para bien.
"Hacer es más importante que aprender"
Esta bien que pienses en actuar, pero no cierres tu vida al aprendizaje. Lo peligroso de la frase está cuando le restas importancia al aprendizaje. Inclusive, hacer es una manera de aprender, pero si le dices a tu mente que aprender es de poca importancia solo la estas preparando inconscientemente para rechazar el aprendizaje.
"Soy el mejor en lo que hago y nadie me gana"
Esta frase le da a tu mente una sensación de perfeccionismo que resulta peligroso. Si ya somos los mejores ¿Para qué va a esforzarse tu mente en aprender algo nuevo o en mejorar?
La frase es muy buena siempre y cuando esté acompañada de humildad y no de ego.Mantén la humildad ante todo. Está muy bien que te veas como "el mejor", pero siempre piensa que puedes aprender algo nuevo y puedes superarte a ti mismo. Por muy bueno que seas en algo, siempre puedes aprovechar la experiencia y el conocimiento de otros.
Consejos finales
Vive cada día con pasión, especialmente vive cada día en tu negocio de la misma manera de aquel día en que abriste por primera vez. No permitas que la rutina y el conformismo acaben con tus deseos de superación y progreso. Ten siempre una mentalidad de principiante.
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