acuestate y duermete para despertar sonriente y feliz

"Empecé a cantar con los paisanos, con la familia Techeiro. Y el 24 de febrero de 1954, un vagabundo me recitó el sermón de la montaña y descubrí que estaba naciendo. Corrí a escribir una canción de cuna, Vuele bajo, y empezó todo". Facundo Cabral

Siempre tenía como máximo admirador desde mi infancia a Ernesto Cardenal, un tipo que me encanto en la forma de escribir, en la manera de manejar el sentimiento, en la pureza de sus palabras, en los inmensos significados que dejaba en sus poemas y porque no decirlo, en sus obras.

Pero si hablamos de cosas espirituales; quien se convertiría en favorito vendría a ser, Facundo Cabral, un hombre formidable con un lenguaje y capacidad de reflexión envidiable.

Su valentía por denunciar los atropellos de los grandes de la política, su carácter parecido a una de sus grandes inspiraciones “La Madre Teresa de Calcuta”, no se merece este final. Hoy me encontré con la sorpresa de que ya no se encuentra con nosotros, el hombre que quiso con sus intenciones formar en la conciencia de los demás, un mundo mejor.

Siento mucha pena al recordar todo lo que me ayudo escuchar sus canciones, leer sus mensajes, sus experiencias y sus reflexiones, aún recuerdo el relato de el sobre la madre teresa de Calcuta al recoger su premio por novel de la paz, inolvidable suceso que cuesta creer; pero fue verdad.

Jamás pensé que tendría un trágico final, no pensé que por la cabeza de alguien pasaría la idea de matarlo, aun no entiendo por qué se empeñan en cobrar vidas de personas que no hacen nada malo y sin derecho; pues el único que puede quitar la vida es Dios

Este no es un pequeño relato del que fue; sino del que seguirá siendo descansa en paz facundo Cabral

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